El diseñador de productos, Koichi Maeyama, revela cómo se fueron probando y rechazando innumerables diseños para lograr este objetivo. Por ejemplo, para resolver las polémicas demandas de un diseño compacto pero sin dejar de ser una cámara completa, el equipo optó por una línea de cuerpo curvada. «Al crear más superficies, la disposición puede incorporar controles adicionales», explica Meayama: «Cada botón tiene un tamaño y un estilo diferente que se reconoce fácilmente con solo tocarlo». El jefe de ingeniería mecánica, Nobuhiro Onouchi, muestra lo fácil que resulta desmontar la FS5 y su diseño modular ofrece lo último en flexibilidad para aplicaciones como la instalación en un dron o cardán. Onouchi también consultó al equipo de consumo para lograr un propósito ambicioso: que el cuerpo pesara menos de 1 kg. Esto llevó al equipo a usar magnesio, un material costoso con el que resulta difícil trabajar pero que ofrece la ligereza que necesitaban.

El equilibrio del peso también era fundamental según Onouchi; «Fijamos la empuñadura más cerca del centro de gravedad para que pareciera 500 gramos más ligera. Puedes grabar hasta la eternidad con esta ligera y ergonómica cámara». El líder de producto, Kuniaki Hirahaya, explica la necesidad de disponer de un filtro de densidad neutra variable electrónico incorporado para el concepto de grabar al momento, que evita tener que transportar los filtros tradicionales. De este modo, se ha logrado que la FS5 se haya convertido en la primera Super 35mm del mundo con esta función. Hirahaya concluye la entrevista diciendo que todo el equipo, no solo los diseñadores sino todo el mundo desde la fabricación al control de calidad, estaban decididos a crear la mejor cámara de mano del mercado. Hirahya añade: «Queremos que todo el mundo coja uno para que sientan cómo se adapta a la mano».