Scene Deconstruction con Stephen Murphy BSC, ISC - Sony Pro
Deconstrucción de escenas clave de Nadie sale con vida.
Introducción
Stephen Murphy, originario de Dublín, Irlanda, es un director de fotografía nominado a los premios de la ASC, con un impresionante currículum en producción de cine y televisión. Es conocido por su trabajo en la serie dramática policial de la BBC Line of Duty y por la tercera temporada de la serie Atlanta de Disney, protagonizada por Donald Glover.
En esta deconstrucción, nos ofrece una mirada tras las cámaras de la película de Netflix Nadie sale con vida, básicamente un largometraje de terror con una casa encantada en el que una joven llamada Ámbar se ve obligada a mudarse a una pensión de bajo costo. A medida que se desarrolla la historia, vemos cómo la joven se da cuenta de que, en esa casa, pasan cosas extrañas.
Scene Deconstruction: información clave
- En una película de terror o suspenso, a veces menos es más, ya que esto permite que el espectador imagine lo que no ve.
- Cuando se filma a actores en escenas muy oscuras, se puede utilizar una pequeña luz montada justo debajo o encima del lente de la cámara como luz de captura ocular para agregar un destello o brillo a los ojos del intérprete a fin de que no estén en completa oscuridad.
Escena del pedido de dinero
En esta tensa escena, Ámbar mantiene una conversación con su casero en un oscuro pasillo. Stephen optó por mantener el rostro del propietario muy oscuro, solo con ocasionales destellos de luz, para jugar con la complicidad del público.
“¿En quiénes confiamos?”, pregunta Stephen. “¿Cuánta información deseamos ver en sus rostros? ¿Cuánto deseamos leer en sus expresiones y qué parte queremos dejar librada a la imaginación del público?”.
A Stephen le gusta rodearse de posibles fuentes de luz para poder girar la cámara velozmente y cambiar el encuadre de los actores o el estado de ánimo con rapidez.
Escena de sola en la habitación
Esta es otra escena muy oscura en mitad de la noche. La única iluminación parece provenir de la luz de la luna en el exterior. Para lograr este aspecto, Stephen retocó las ventanas de modo tal que fuera difícil distinguir los detalles exteriores. Se utilizó una gran fuente Translight (un tipo de fondo iluminado) para el exterior y se colocaron cajas de luz sobre el set. Para ampliar la iluminación que entraba por las ventanas, utilizó una fila diminuta de pequeñas luces encima de ellas; las luces iluminan muy suavemente a los personajes en la habitación.
Los niveles de luz son muy bajos; Ámbar se ve subexpuesta en unos 3 pasos. Para obtener un destello ocasional de luz en sus ojos, Stephen utilizó una luz muy pequeña montada debajo de la caja mate de la cámara. Además, incluyó una pequeña luz de contorno bajo para añadir algo de relieve al rostro.
“Si no hubiera agregado esa pequeña luz en los ojos, habría sobrepasado el límite de lo que considero una oscuridad aceptable”, explica Stephen.
Durante la preparación de la película, se decidió que el espectador solo viera un indicio de los rostros de los fantasmas, pero que no pudiera reconocerlos realmente.
Las tomas de la habitación desde el exterior se diseñaron casi para dar el punto de vista del personaje. Aguantar este plano durante un tiempo prolongado ayuda a aumentar la tensión.
Escena en la que aparecen los espíritus
En esta escena, estamos otra vez en la habitación de Ámbar, a oscuras. La vemos en la cama con una única luz que proviene del velador de la mesita de noche, cuyo reflejo se puede ver en un espejo. La lámpara da una luz cálida.
“Lo que deseas es que los sets se construyan para poder diferenciar el fondo de los tonos de piel de los actores”, explica Stephen.
El rostro de Ámbar presenta un tono pálido y apagado; el uso por parte del escenógrafo de una luz cálida con paredes oscuras ayuda a separar a los actores del fondo. Para asegurarse de lograr el aspecto que deseaba, Stephen realizó una serie de pruebas con distintas pinturas y revestimientos. Si bien en la pared hay una cantidad de luz similar a la del rostro de Ámbar, el revestimiento oscuro de la pared evita de forma natural problemas de manchas.
Los sets de la película se autoiluminaron eficazmente mediante el uso de muchas pequeñas luces prácticas de baja potencia. Stephen optó por iluminar las habitaciones y darles el aspecto que deseaba para luego agregar solo pequeñas luces adicionales con el fin de resaltar a los actores. Empleó una sutil iluminación adicional de luces de techo suaves con una subexposición de 3 pasos y, a continuación, utilizó tubos Astera, sistemas Kino Flo o luces LiteMat para agregar algo de luz de contorno, iluminación básica o contraluz a los actores.
Soy un gran admirador de “El silencio de los inocentes”; me encanta la mirada directa al lente; por eso, la usé en ese breve momento en el que conectan y te preguntas si el personaje va a ayudarla o dejarla marchar, y, entonces, toma una decisión.
Stephen Murphy, BSC
Escena del secuestro
Esta escena es algo diferente; se desarrolla en una habitación más grande en la que solo hay ventanas muy pequeñas y requería un enfoque de iluminación distinto. Al tratarse de un espacio más grande, era difícil utilizar las luces superiores sin que aparecieran en las tomas. Para brindar algo de luz ambiental, en cualquier lugar donde hubiera una abertura, como una puerta, Stephen incorporó la luz de la luna. Detrás de la ventana al final de la habitación, se colocó un SkyPanel para simular la luz proveniente del exterior. Sin embargo, la mayor parte de la iluminación provenía de luces prácticas o escondidas en el set. Para los primeros planos, se agregó luz adicional según fuera necesario.
En esta locación, era importante mostrar que se trataba de un piso diferente al de las demás escenas. Todas las luces prácticas eran de tungsteno y los rostros de los intérpretes se iluminaron principalmente con esas luces, en lugar de hacerlo con la luz de la luna, lo que ofrecía tonos de piel limpios. A continuación, para lograr un mayor impacto, se incorporó un calentador radiante rojo. La luz de este se reforzó con una luz de película con ajuste de color que apuntaba en la dirección opuesta. La luz roja del calentador proyecta una luz inquietante sobre los rostros de los actores y la luz roja de película se proyecta sobre los muebles en segundo plano para ayudar a diferenciar el primer plano del fondo, con la silueta de Ámbar sobre el fondo rojo.
Stephen comenta que le gusta exigir los sensores al máximo para después reducir un poco los valores. Usó la cámara VENICE a 2500 ASA durante toda la película.
Crecí utilizando rollos en las filmaciones y todavía me encanta su aspecto, por lo que siempre busco llevar los sensores digitales a un terreno más fílmico, y creo que la cámara VENICE lo logra de una forma maravillosa”.