La película Minamata se filma con VENICE
El productor y director Andrew Levitas y el DoP Benoit Delhomme cuentan todos los detalles de una desafiante filmación en 36 días.
Andrew Levitas trabaja en varias disciplinas que incluyen ser un consumado y respetado artista contemporáneo, famoso por su trabajo de fusión de metalistería y fotografía, sus esculturas metálicas de pie y, más recientemente, sus pinturas hechas a partir de pigmentos y materiales orgánicos caseros. Levitas es el fundador de Metalworks Pictures, un prolífico estudio que financia, desarrolla y produce cine independiente de alta gama, y que trabaja con muchos de los actores más importantes del mundo, haciendo énfasis en sujetos originales, inteligentes y socialmente responsables. Sus proyectos incluyen Lullaby (con Amy Adams) en 2014, escrita y dirigida por Levitas, El cuervo blanco (escrita por David Hare y dirigida por Ralph Fiennes) en 2017, producida por Levitas, quien también produjo Georgetown (el debut de Christoph Waltz como director) en 2019. Levitas también es conferencista y profesor de medio tiempo en la Universidad de Nueva York, donde dicta un curso sobre “la mente del artista”.
Levitas produjo y dirigió la película Minamata (estrenada en 2020), que cuenta la historia del fotógrafo veterano de guerra Eugene Smith (interpretado por Johnny Depp). Smith es famoso por haber documentado fotográficamente el fraude de la empresa Chisso, hecho que generó el envenenamiento por mercurio de un pueblo pescador japonés y atrajo la atención internacional. La mayor parte de la película fue filmada con la cámara en mano por el director de fotografía Benoit Delhomme, con luz limitada, lo que dio a la película una memorable intimidad emotiva y ayudó a poder realizar un cronograma increíblemente ajustado de 36 días con un presupuesto restringido. La película tiene un sello estético distintivo que hace un uso sensato de variadas y matizadas paletas de color para contar la historia y, a la vez, mantiene siempre los tonos de piel naturales sin perder esa sensación personal y el fuerte sentido del contexto histórico, el tiempo y la ubicación.
Asociación cinematográfica
Andrew Levitas cuenta cómo filmar con el sistema de extensión VENICE de Sony fue parte integral del estilo de rendimiento de Minamata y cómo el sensor VENICE de Sony capturó imágenes sutiles y detalladas, por lo general con poca luz, que podían manipularse exactamente como él quería en la etapa de corrección del color:
“Siempre participo en la elección de las cámaras. Pienso en lo que aporta información y da forma a la visión de la película, y colaboro con ello. Para mí, la cámara no es una elección arbitraria, sino que debería ser clave para lograr esa expresión creativa. Y mi relación con el director de fotografía, así como con todos los responsables del departamento, es la de trabajar con un socio para un fin creativo en común.
“Benoit Delhomme no es solo el director de fotografía a cargo de un equipo; aquí, el propio camarógrafo era relevante en cuanto a la forma en que yo quería filmar Minamata. Compartimos y debatimos el aspecto narrativo de la película, e hicimos ajustes inmediatos sin agregar un nivel de mediación adicional. Para mí, el rol de un director de fotografía no es solo grabar imágenes bellas, sino ser parte personalmente del equipo y de la acción del relato.
Encontramos una verdad emotiva en el rendimiento
“Minamata cuenta una historia íntima del fotógrafo Eugene Smith, y se basa en gente real en situaciones y circunstancias de la vida real. La película tiene un gran elenco, y queríamos que todos los actores vivieran esos momentos y encontraran sus costados emocionales, que se sumergieran en las mentes de las personas reales a quienes interpretaban. Quería que el entorno de cada escena se sintiera lo más real posible para los actores y eliminar tantas barreras artificiales como pudiéramos dentro de un entorno técnicamente ordenado. Si los actores sienten que el entorno es real, es más probable que sientan que están viviendo el momento. “Benoit filmó la mayor parte de Minamata con la cámara en la mano, usando el bloque del sensor y los lentes VENICE de Sony en una montura (con la estructura principal de la cámara amarrada al final de un cable y transportada por un AC). La VENICE en manos de Benoit tiene el peso y el tamaño de una cámara fotográfica, y, por lo tanto, es menos evidente en el set. Realizar una película acerca de un fotógrafo y tener una cámara que se puede sostener como una cámara fotográfica le permitió a Benoit moverse con mucha libertad y acercarse más a los actores. Benoit se volvió otro compañero de baile, otro participante, en lugar de ser el grabador de la danza, y pudo responder emocionalmente y realizar los ajustes en tiempo real. “Gracias a la sensibilidad del sensor de VENICE en condiciones de poca luz, pudimos filmar toda la película con luz funcional y solo algo de iluminación adicional. Los interiores pudieron iluminarse de tal modo que nuestros actores pudieron caminar a través de esos ambientes y la cámara pudo seguir la acción sin pausa. Por ejemplo, la acción podía llevarnos desde la oscuridad y la luz cambiante dentro del apartamento de Eugene Smith en Nueva York, con luces de neón que se filtraban por la ventana a través de una cortina, al cuarto oscuro con luces rojas de Eugene, todo en una sola toma. Esta capacidad de moverse fluidamente de un ambiente a otro sin cambiar la iluminación y la configuración agrega verdad emotiva a la película.
Realizar una película acerca de un fotógrafo y tener una cámara que se puede sostener como una cámara fotográfica le permitió a Benoit moverse con mucha libertad y acercarse más a los actores.
Flexible, ágil y discreta
“A veces, al filmar una película, el kit se vuelve el centro de atención, una fuente de distracción. Minamata se filmó, casi toda, con una sola cámara. El tamaño compacto y discreto de la configuración de bloque del sensor, lente y cable en combinación con la sensibilidad del sensor me permitieron filmar de una sola vez escenas en las que los actores improvisaban durante 20 minutos, y podíamos repetirlo una y otra vez para explorar y centrarnos en el interior de lo que estaban viviendo. Y gracias a que la estructura de la cámara es tan liviana, Benoit pudo sostenerla y filmar tomas de 20 minutos sin cansarse. Esta forma de trabajar hace que la cámara se vuelva discreta, casi invisible. Podía centrarme en la experiencia de los artistas que estaban en la habitación y en la película. Además, Benoit pudo estar ahí, en el lugar, sin el peso físico de la cámara, sin Steadicam ni plataforma y con un equipo limitado.
“De esta manera, Benoit pudo crear ese efecto de acercarse y alejarse con los demás actores del set. Este es un obsequio increíble y único de esta cámara, y, sin dudas, aportó un nivel extra de intimidad y una mayor conexión con el tema”.
Imágenes maleables
“Hice la corrección del color con Peter Doyle, un increíble colorista. Benoit tiene un enfoque muy matizado de la luz y del color, que puede reflejar profundas sutilezas. Minamata tiene un aspecto muy específico. Las imágenes grabadas no tenían defectos y nos dieron todo lo que queríamos en la etapa de corrección. Adondequiera que las lleváramos, respondían bien. El contenido que había capturado Benoit nunca nos defraudó. Nunca nos limitó en cuanto a lo que podíamos hacer. Es la primera vez que vivo esta experiencia, después de haber filmado 15 películas.
“Realmente disfruto el proceso de corrección. Como pintor, nunca uso un único color. Todas las imágenes de la cámara tenían su propia personalidad, que era nuestro objetivo, nada se sentía genérico ni igual a lo que habíamos visto antes. Todo se sentía maleable. Pudimos conseguir la variación tonal exacta que queríamos. Pudimos lograr tonos de piel delicados y matizados en las zonas más oscuras. No hubo una sola toma en la que haya tenido que volver a corregir el color. Está todo allí.
“La cámara VENICE de Sony cumplió lo esperado en todos los aspectos; es una máquina perfecta”.