Scene Deconstruction con Oliver Curtis BSC
Deconstrucción de escenas clave de Quédate a mi lado, una miniserie basada en la novela de Harlan Coben.
Introducción
Oliver Curtis, nominado a los premios BAFTA, es uno de los directores de fotografía más jóvenes invitados a convertirse en miembro de la Sociedad británica de directores de fotografía. Ha trabajado en muchos largometrajes de gran repercusión, como Muerte en un funeral, y en series de éxito en streaming como Agencia Lockwood.
En esta entrevista, nos habla de su trabajo en la serie de Netflix Quédate a mi lado, un thriller que cuenta la historia de una mujer de los suburbios cuyo pasado vuelve para atormentarla.
Scene Deconstruction: información clave
- Cambiar el ritmo de corte de una escena puede servir para crear una sensación de tensión o para agregar un respiro antes de una secuencia dramática. Esto puede mejorarse cambiando entre planos dinámicos más cortos con mucho movimiento de cámara y planos más largos y persistentes con menos movimiento.
- Los ángulos de cámara drásticos y extremos, como los planos muy bajos o inclinados, suelen utilizarse en las películas de suspenso para sumar dramatismo.
Escena de la discoteca
En el episodio 6 de la serie, el personaje de Ray, interpretado por el actor Richard Armitage, está en una despedida de soltero acosando al futuro novio. La escena tiene lugar en una discoteca poco iluminada, lo que plantea algunos desafíos importantes, con colores muy saturados, niveles de luz bajos y una gran variedad de tonos de piel. Por este motivo, Oliver consideró que era de gran importancia tener en cuenta cómo se grabarían los detalles de la escena. Le parecía esencial intentar conseguir una luz limpia entre todos los colores para que el ojo del espectador pudiera captar los detalles de la toma. Según él, esta es una de las grandes ventajas de la cámara VENICE, porque puede distinguir diferencias realmente sutiles en los tonos de piel, sobre todo, cuando se utilizan colores muy saturados.
La locación contaba con grandes lámparas de techo y Oliver cambió las bombillas por otras de tungsteno para que la luz tuviera un carácter limpio y cálido, de entre 2300 y 3000 grados Kelvin. Esta luz podía cortar la saturación extrema de las otras luces muy coloreadas de la discoteca.
En una escena como esta, a Oliver le suele gustar tener una o dos fuentes de luz encendidas de manera constante para lograr una exposición básica uniforme y, después, agregar fuentes de luz adicionales. Esto otorga ritmo al movimiento de las luces de colores, que se ven atravesadas por luces uniformes.
El color de la escena se creó principalmente con tubos Astera, que pueden verse en muchas de las tomas. Los tubos se colocaron dentro de las tomas en vertical o en estantes en las paredes. Oliver trabajó con el operador de la mesa de iluminación para preparar las escenas a fin de emular la iluminación del local nocturno.
Optó por dejar las luces en las tomas, ya que no desentonaban. También actuaron como luces prácticas, lo que proporcionó una buena motivación a la luz de colores intensos que caía sobre los rostros del reparto. Además, esto facilitó mucho el rodaje con varias cámaras y el rodaje en plano cruzado, al mismo tiempo que permitió al equipo trabajar con gran rapidez.
Escena del velatorio
Lo mejor de la cámara VENICE es que, al trabajar con niveles de luz muy bajos, logra reproducir colores intensos y saturados de una forma que realmente refleja la realidad.
En esta escena, el personaje Cush, interpretado por Megan Pierce, vuelve a la discoteca Vipers para participar en un velatorio. El lugar contaba con un gran número de fuentes de luz prácticas con las que Oliver no tuvo más remedio que filmar. Estas luces incluían intensos tonos púrpura tanto por encima como por debajo de la barra.
Oliver consideró importante que estos colores fuertes se capturaran con precisión, pero también que no dominaran los tonos de piel de los personajes del bar. También había varias luces Par Can, una cortina de estrellas LED y muchos tubos fluorescentes de colores. Por lo tanto, tuvieron que trabajar con un gran contraste de colores dentro de la escena.
Para llevar a cabo todo esto, Oliver decidió agregar una luz puntual nítida y limpia que iluminara los discursos que se desarrollaban en el escenario del lugar. Esto le permitió lograr un buen contraste de color en toda la escena y hacer un corte entre el estilo más convencional de los discursos y el aspecto más sórdido y coloreado del local nocturno.
Oliver tuvo que ajustar algunas de las luces prácticas existentes quitando la saturación de algunas y agregando brillo a otras para facilitar el trabajo en un lugar que, sin esta iluminación, resultaría muy oscuro. Además, agregaron luces prácticas adicionales junto con fuentes de luz más pequeñas, como luces ascendentes, para elevar zonas del set que, de otro modo, estarían en completa oscuridad. Para aportar volumen, se sumó una pequeña cantidad de neblina al salón, de modo que el haz de luz del punto de seguimiento se convirtiera en la fuente de luz dominante que atravesara todos los demás colores.
Para la toma en la que el personaje de Lorraine sale del escenario, se aleja de la luz puntual y se acerca al personaje de Broome, Oliver optó por iluminar sus rostros con una fuente de luz agradable, suave y cálida proveniente del suelo. Lo hizo para realzar la naturaleza más íntima del momento y sacar temporalmente a los personajes del drama del local nocturno.
Oliver cree que la cámara VENICE funciona realmente bien en condiciones de poca luz como esta, ya que logra reproducir los colores muy saturados de una manera realista. Además, considera que la función ISO doble le da la libertad de trabajar con niveles de luz muy bajos, por lo que la cámara VENICE es la opción obvia para este tipo de escenas.
Escena de la huida
En esta secuencia, el personaje de Megan ha localizado el chalé rural donde tienen secuestrada a su hija Kayleigh. Tiene lugar dentro y alrededor de un edificio de madera en ruinas situado en un bosque. En un plano, vemos a Megan cortando una cuerda que protege una puerta cerrada.
Oliver utilizó un clásico recurso de composición; colocó la cámara en un ángulo muy bajo y extremo, y enfocó hacia arriba a Megan mientras intentaba cortar la cuerda de la puerta para agregar tensión. Comenta que los ángulos fuera del eje y extremos como este se utilizan habitualmente en las películas de suspenso para agregar dramatismo, y, en este caso, les permitió incluir tanto el corte de la cuerda con el cuchillo como las expresiones faciales de Megan.
Cuando la puerta se abre y Kayleigh sale corriendo, la secuencia pasa a un plano con dron en el que este sobrevuela el chalé y vemos a Megan y a su hija que huyen mientras la cámara del dron las sigue por un sendero estrecho.
Una gran preocupación de la filmación con dron era la seguridad, ya que este estaría muy cerca de los actores. Sin embargo, Oliver consideró que la toma del dron sumaba una auténtica sensación de energía y emoción al comienzo de lo que terminaría convirtiéndose en una secuencia de persecución más larga.
Para las tomas interiores del chalé, Oliver colocó luces HMI calientes fuera de las ventanas, apuntando a través de las cortinas. Dentro de la habitación, utilizó relleno negativo para aumentar el contraste y, luego, agregó una pequeña cantidad de neblina para generar cierta atmósfera. Para controlar el contraste entre la luz intensa que entraba por las ventanas y las cortinas, colocó una luz adicional con un softbox en el techo para controlar el contraste general. Esto garantizó que las ventanas y las cortinas no se abrieran demasiado.
En otra toma, vemos a la hija de Megan intentando asomarse al exterior a través de las hendijas de la puerta. Estas eran muy pequeñas y, en realidad, no dejaban pasar mucha luz. Para esta toma, Oliver agregó una fuente de luz cálida rebotada justo debajo del lente de la cámara para reflejar una pequeña cantidad de luz sobre la piel de su rostro.
Después de que Megan y Kayleigh logran escapar, pasamos a otra vista del chalé, donde vemos a Ken, su captor, que se da cuenta de que han huido. Para ayudar a crear una sensación de tensión, Oliver nos explica cómo, a menudo, menos es más y la importancia del ritmo. Para las tomas de Ken entrando en la cabaña y encontrándola vacía, la cámara se mantuvo quieta y el plano se sostuvo más tiempo.
A continuación, pasamos a un amplio plano exterior de la cabaña en el que la cámara retrocede muy suavemente mientras el sonido se utiliza para enfatizar el enfado de Ken por la huida. El ritmo de estas tomas es muy diferente al de las anteriores y posteriores. Esto ayuda a crear tensión en la secuencia antes de que la escena cambie a un ritmo de corte mucho más rápido durante la persecución que se produce a continuación. Ese cambio de ritmo es una herramienta útil e importante a la hora de contar una historia.